Exclusivo: La ganadería de Paraguay tiene un problema de metano. Por eso quieren cambiar cómo se calcula
Lobistas lograron incluir en la política climática del país una nueva forma de calcular el metano - una campaña de desinformación con apoyo del agronegocio internacional
Créditos: Kyle Spradley / Mizzou CAFNR (CC BY-NC 2.0)
La ganadería paraguaya tiene un problema.
Mientras el país reduce de manera pero sostenida sus emisiones relacionadas a deforestación, las emisiones de metano de las millones de vacas que pastan - y eructan - en el Chaco y la Región Oriental no dejan de subir.
En la desesperada carrera por reducir el aumento de temperaturas globales que empeoran olas de calor e inundaciones en la región, reducir esas emisiones son consideradas esenciales.
De acuerdo a los últimos datos disponibles, el 93% de las emisiones de metano de Paraguay están relacionadas a la ganadería.
¿Qué haces entonces cuando no te gusta un resultado?
Cambias cómo se calcula.
Es lo que demuestran documentos internos, actas y correos de la Comisión Nacional de Cambio Climático, y a los que Consenso accedió de manera exclusiva.
Estos documentos muestran como representantes del agronegocio ante la Comisión, entre ellos Norman Breuer, un consultor que trabaja para empresas ganaderas, impulsaron entre 2022 y 2023 la adopción de una nueva métrica para calcular el metano de la ganadería, llamada GWP*.
Esta métrica le permitiría al sector ganadero decir que emite “3/4 partes menos” metano de lo que hoy se reporta, de acuerdo a lo que el propio Breuer afirmó en mayo de 2022.
Fue en el marco de una mesa donde se demostraba que la agricultura y ganadería de Paraguay emitían en realidad más gases de efecto invernadero de lo que anteriormente se creía.
Presentación del MADES del cálculo de emisiones en 2022: En naranja, las emisiones de agricultura que Paraguay reportaba antes. En verde, el recálculo con metodología actualizada que llevó al rechazo del agronegocio.
Con la adopción de la métrica GWP* para calcular metano, a la ganadería le permitiría realizar apenas acciones mínimas y afirmar que están colaborando con mitigación al cambio climático, incluso beneficiándose de créditos de carbono a través de proyectos que hablan de “agricultura y ganadería regenerativa”.
Con el apoyo de la Asociación Rural de Paraguay, Breuer logró que se incluya menciones a GWP* en la Cuarta Comunicación Nacional que Paraguay presentó a Naciones Unidas en 2023.
De acuerdo al documento ofical del país “Paraguay se encuentra investigando con el fin de reportar las emisiones de gases de efecto invernadero con esta nueva métrica”.
Captura de las menciones a GWP* impulsadas por el agronegocio en la política climática de Paraguay.
No fue la única vez que Breuer impulsó a nivel político esta desinformación.
En marzo de 2023, él y otros representantes del agronegocio de Paraguay y Argentina lanzaron una campaña afirmando falsamente que un estudio de la NASA demostraba que la ganadería de la región era “carbono negativa”.
Tras contactar a los investigadores de la NASA, ellos reportaron que eso era erróneo. La razón: su estudio nunca contabilizó el impacto del metano.
En tuits que luego borró, Norman Breuer, ya miembro de la Comisión Nacional de Cambio Climático, utilizó esta campaña de desinformación climática como “evidencia” para criticar el modo el cual el Ministerio del Ambiente calculaba las emisiones de la ganadería para la cual él trabaja, y reafirmando la necesidad de adoptar una nueva métrica: GWP*
Una campaña de desinformación climática con vínculos internacionales
El GWP* fue creado por la Universidad de Oxford y ha sido impulsado en los últimos años como nueva métrica del metano de la ganadería por think tanks como el CLEAR Center de la Universidad de California, Davis.
El director del CLEAR Center, Frank Mitloehner, lleva desde 2019 siendo citado como un “experto” de un centro que describe su objetivo “ayudar al sector animal agrícola a operar más eficientemente” para “lograr las demandas del aumento de la población y reducir el impacto en el ambiente y clima”.
Pero lo que una investigación de Unearthed descubrió es que detrás de la fachada académica hubo acuerdos con una fundación de la American Feed Industry Association (AFIA), por los cuales CLEAR recibió millones de dólares del agronegocio a cambio de proveer “visión y recomendaciones” tanto en la “investigación” como en “las prioridades de comunicación de la industria”.
Los documentos revelados también señalaba que los financistas del agronegocio habían elegido al CLEAR Center para beneficiarse de una voz “aparantemente independiente y creíble” para “realizar una defensa al mundo sobre el impacto positivo ambiental” de la ganadería.
Dentro del acuerdo confidencial se destaca una campaña de comunicación llamada “Repensar el metano: el camino a la neutralidad climática” que incluye acciones de relaciones públicas para impulsar el uso de GWP* y la idea del “ciclo natural del carbono”.
La asociación ganadera norteamericana que financia al CLEAR Center es parte de la Mesa de Carne Sostenible.
En Paraguay tiene su propio capítulo, la Mesa Paraguaya de Carne Sostenible.
Fue un evento organizado por la Mesa Paraguaya de Carne Sostenible en el Chaco Paraguayo en junio 2022 donde Frank Mitloehner del CLEAR Center fue el invitado principal de un evento impulsado por la ganadería en Paraguay para hablarles de la adopción de GWP*.
Frank Mitloehner presentando GWP* a representantes del agronegocio en Paraguay en 2022.
Entre los miembros de la Mesa Paraguaya de Carne Sostenible están la Asociación Rural del Paraguay y Fecoprod, dos gremios que apoyaron a Breuer en el impulso por cambiar las métricas de metano en la Comisión Nacional de Cambio Climático.
Breuer fue experto en la “Hackaton de Ganadería Sostenible” impulsada en febrero de 2024 por parte de la Mesa Paraguaya de Carne Sostenible con el apoyo del Conacyt.
También es parte de la mesa DRaiz, una empresa que impulsa créditos de carbono relacionados a la ganadería a través de ideas como el “ciclo natural del carbono”. y la captura en el suelo con proyectos “regenerativos”.
Una investigación de Desmog reveló sin embargo que la captura de carbono en el suelo por parte de la agricultura y ganadería “regenerativa” no es suficiente para compensar las emisiones del sector.
Mitloehner estuvo en Paraguay como parte de una gira que incluyó también Uruguay.
En 2024, otro impulsor de GWP*, Myles Allen, realizó un evento en Brasil con apoyo del agronegocio de aquel país.
Allí, Allen dijo que el objetivo debería ser que Brasil busque la adopción de GWP* en el Panel Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático durante la COP30 que se realizará en aquel país.
Paraguay, Uruguay Argentina y Brasil negocian juntos en las conferencias del clima.
Por qué te debería importar cómo se calcula el metano de las vacas
Como parte del Acuerdo de París, todos los países deben, por un lado, calcular cuantos gases de efecto invernadero producen, y por el otro, comprometerse a reducir un porcentaje de esas emisiones.
Cuando se libera en la atmósfera, el metano calienta 84 veces más que el dióxido de carbono en los primeros 20 años.
Ese metano calienta más pero dura menos en la atmósfera como tal. A través de procesos químicos, luego de 12 años se convierte en dióxido de carbono.
De ahí es que existe una discusión sobre la necesidad de priorizar las reducciones de metano como forma más eficiente de reducir el aumento de temperatura.
Aquí es donde el problema empieza.
“Es una narrativa muy popular de que el metano de las vacas es solo parte de un ciclo natural” explica el informe Seeing Stars de Changing Markets Foundation publicado este año.
“Esta narrativa describe una historia de perfecto reciclaje donde las pasturas capturan dióxido de carbono de la atmósfera, las vacas comen esas plantas y emiten metano que tras un periodo se vuelve dióxido de carbono que vuelve a ser absorbido por las plantas”.
Esta narrativa, explica el informe “convenientemente ignora que las emisiones de metano calientan el planeta. La fotosíntesis extrae dióxido de carbono de la atmósfera, mientras que las vacas emiten metano. El metano calienta mucho más que el dióxido de carbono mientras persiste en la atmósfera”.
También asume que la cantidad de carbono que absorben las pasturas es exactamente equivalente al metano que las vacas siguen expidiendo, y dura la misma cantidad de tiempo.
La métrica GWP* fue desarrollada por la Universidad de Oxford para reemplazar las utilizadas actualmente bajo la premisa de que no calculan ese supuesto ciclo.
De manera práctica, lo que permite es a los países olvidar sus “emisiones históricas” reiniciando el contador del metano que emiten cada 8 a 12 años.
Es como decir que estás pagando la deuda de tu tarjeta pero te olvidás de que tiene tasa de interés anual.
Con GWP* la ganadería paraguaya puede dejar de contar el metano que emitió desde los años 2000 - cuando el sector se empezó a expandir en el Chaco.
“Promover el uso de GWP* a nivel regional o sectorial es otra táctica del agronegocio para distraernos de sus significantes emisiones de metano y evitar acción para reducirlas” dice Caitlin Smith, especialista senior de Changing Market Foundation ante estos hallazgos.
“Esto es porque GWP* solo mira el aumento o no de emisiones de metano y no calcula su impacto en el calentamiento global”.
“Este es un nuevo truco científico para afirmar que su producción no aumenta al calentamiento global. Y que con pequeñas reducciones, pueden afirmar neutralidad de carbono.” dice por su parte Alma Castrejón-Davila, investigadora de la misma organización.
“Estas afirmaciones son engañosas y no deberían ser adoptadas por empresas o gobiernos, porque tienen serias implicaciones para países con emisiones históricas bajas - como Paraguay - y los objetivos del Acuerdo de París”, afirma la especialista.
“Los gobiernos deben hacer todo en su poder para reducir emisiones de metano del sector ganadero, y no caer en sus tácticas para retrasar acción climática”.
La discusión sobre narrativas de desinformación climática como esta tendrán un lugar cada vez más importante en el camino a la COP30 que se desarrollará en Belem, Brasil, en 2025.
Durante el G20, el gobierno brasileño y organizaciones de la sociedad civil como FALA lanzaron una inédita iniciativa para garantizar la integridad de la información ante el desafío del cambio climático.