Informe especial: Calor, falta de control y prevención en fugas de amoníaco
Falta de control y adaptación a temperaturas ponen en riesgo a trabajadores. MADES había pedido "controles" a Minerva. Entrevista con la Dra. Laura Emilce Flores, experta en salud ocupacional.
Hace tres horas una nueva fuga de amoníaco afectó a 60 trabajadores del frigorífico de Minerva Foods en San Antonio, Paraguay. Tres son embarazadas. De los 60, 6 trabajadores se encuentran graves.
“Tienen dificultad respiratoria y pérdida de conocimiento” dijo a Radio Monumental el Dr. Osvaldo Bajac del IPS San Antonio.
La empresa admitió la fuga y dijo se debió a un problema en una tubería, pero que fue “una fuga pequeña”.
Este es el cuarto caso en un año, siendo el más recordado la explosión de tanques de amoníaco en la planta de embutidos Ochsi, que dejó 4 trabajadores muertos.
Trabajadores afectados por la fuga de amoníaco atendidos en los pasillos del IPS San Antonio por falta de espacio - Imagen NPY
Popular por su bajo costo y gran capacidad de refrigeración, el amoníaco es utilizado ampliamente por industrias para mantener cadenas de frío.
Pero las olas de calor en conjunto con la falta de mantenimiento de la infraestructura y el mal manejo del gas aumentan el riesgo para trabajadores y la población de intoxicación, quemaduras externas e internas.
Para la Dra. Laura Emilce Flores, ex directora de la Dirección de Higiene, Salud Ocupacional y Sustancias Peligrosas del Ministerio de Salud y experta en la materia, el aumento de las temperaturas podría llevar a que se requieran mayores procesos en la refrigeración.
“Esto implica que las medidas preventivas, de control, de seguridad y de respuesta a emergencias deben enfocarse en tener todos los protocolos de seguridad en el uso de amoníaco” explica la experta.
Además, el aumento de las temperaturas y la mayor presión sobre la refrigeración podrían requerir una actualización de la infraestructura dentro de los frigoríficos.
“Es fundamental contar con una norma que regule el manejo del amoníaco para que todas las empresas que lo utilizan sigan los mismos procedimientos, y que existan mecanismos de fiscalización, inspección y auditorías externas”.
Flores indica que pese a su uso extendido, en Paraguay no existe una norma integral para la gestión del amoníaco en los procesos de refrigeración.
“La existencia de una norma permitiría que las empresas que utilizan amoníaco sigan los mismos procedimientos, que existan mecanismos de fiscalización, inspección, auditorías externas - y sobre todo, medidas de prevención de estas tragedias”.
El Frigorífico afectado se encuentra a orillas del Río Paraguay.
¿De quién es la responsabilidad?
Para usar amoníaco, los frigoríficos deben cumplir normas del INTN y proporcionar información en sus licencias ambientales, además del Sistema Nacional de Prevención de Riesgos Laborales a través Resolución 181/2017 del Ministerio de Salud, que califica al amoníaco como un químico de riesgo medio.
En el caso del Frigorífico de Minerva Foods en San Antonio, en 2019 una auditoría del Ministerio del Ambiente ya había requerído que la empresa “tenga en cuenta las recomendaciones de la Dirección General del Aire según Memorándum 501/2019, debiendo realizar controles de las instalaciones del gas refrigerante como amoníaco y demostrar los chequeos de los mismos”.
De acuerdo con el Ministerio del Ambiente, esto fue de vuelta corroborado en octubre de 2024.
Pero como demostró el caso Ochsi, existe una desigual, descoordinada e ineficiente respuesta preventiva.
En 2019 el Ministerio del Ambiente también en un memorandum ya hacía mención a “recomendaciones” sobre la refrigeración de Ochsi.
No hubo seguimiento en las siguientes auditorias. El MADES aprobó la última en septiembre 2023, sin ninguna información sobre el avance de las recomendaciones.
Meses después, vino la explosión.
A las fugas de amoníaco hay que agregarle la contaminación de recursos hídricos por parte de frigoríficos, que significó una multa multimillonaria a Ochsi por parte del MADES. La empresa decidió apelar en la justicia.
La Dra. Emilce Flores considera que un aspecto importante a nivel preventivo es también una mejor coordinación entre las empresas y los sistemas de salud para reducir el riesgo de fatalidades en caso de una fuga.
En el caso del IPS de San Antonio, pese a encontrarse en medio de una zona de amplia inversión industrial, el hospital no estaba preparado para recibir a los heridos de la fuga de Minerva Foods.
Desde el Ministerio del Ambiente, anunciaron que enviarán un equipo de fiscalizadores para “evaluar el cumplimiento del Plan de Gestión Ambiental y los posibles impactos en los recursos naturales” de la fuga de amoníaco.
El Municipio de San Antonio anunció a su vez una “clausura temporal” del frigorífico, al mismo tiempo de denunciar en ABC Color que la empresa no permitió a funcionarios verificar la planta.