Conocé a quienes niegan el impacto del calor en Paraguay
Documentos internos muestran como el agro y un think tank europeo cercano a una petrolera eliminaron referencias al impacto de olas de calor del país en la COP28
Así se ve hoy Paraguay, a 10 días del inicio del invierno.
El informe Lancet Countdown 2023 reveló que Paraguay es el país con mayor aumento de temperatura de Latinoamérica.
Otro estudio, de Climate Central, demostró que entre marzo y mayo de 2024, el país también encabezó el aumento de anomalía de temperatura empeorada por el cambio climático.
En 2023, un estudio del World Weather Attribution documentó cómo el cambio climático empeoró una ola del calor del país - la misma que llevó a la Secretaria Nacional de Deportes a cancelar eventos deportivos como las inferiores de fútbol.
Sin embargo, ante la COP28, negacionistas lograron eliminar referencias al impacto del calor en Paraguay.
Como cada año, Paraguay fue a la Cumbre del Clima que esta vez fue en Dubái (COP28) con un “documento orientativo” de cara a las negociaciones que la delegación del país.
Este documento orientativo se trabaja dentro de la Comisión Nacional de Cambio Climático (la Comisión en adelante), que incluye a varios entes del Estado, como el Infona y el Ministerio de Agricultura, organizaciones como la Federación por la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas (FAPI) y gremios del agronegocio, como la Asociación Rural del Paraguay (ARP), la Cámara de Productores de Oleaginosas (CAPECO) y la Unión de Gremios de la Producción (UGP). Estos gremios tienen presencia mayoritaria.
El documento orientativo busca, por un lado, ser representativo de todos los sectores, y por el otro, guiar sobre los temas considerados prioridad por el gobierno.
A su vez, refleja públicamente las posiciones que Paraguay compartirá con los demás países y con los que negociará en conjunto temas como financiamiento para adecuar nuestras ciudades a un calor que ya no es normal y reducir la deforestación en el Chaco.
Documentos exclusivos a los que accedí en 2023 demuestran cómo intereses del agronegocio, apoyados por una ONG financiada por la industria fósil eliminaron referencias al impacto del calor en posición final de Paraguay ante la COP28.
Lo hicieron a través del trabajo de representantes como Albrecht Glatzle, un negacionista del cambio climático.
Glatzle está como representante de la Asociación Rural del Paraguay en la Comisión Nacional de Cambio Climático.
El primero no solo intervino en el documento diciendo que el Acuerdo de París es un acuerdo “científicamente disparatado”.
Glatzle buscó que se niegue la relación entre el aumento de temperatura y las emisiones producidas por combustibles fósiles y deforestación - utilizando de fuente a CLINTEL, una organización europea fundada por un ex empleado de Shell.
Negacionismo de Estado en uno de los países más vulnerables al cambio climático
“No veo ni una razón confiable científica (para) sustituir precipitadamente las energías fósiles, baratas y con alta densidad energética”. Albrecht Glatzle escribió esto el 17 de septiembre en el borrador de la posición de Paraguay para la COP28.
Glatzle no solo defendió seguir utilizando combustibles fósiles, que en el caso de Paraguay no son baratas al depender de la importación.
También impulsó la idea de que “es una idea científicamente disparatada” y una “suposición absolutamente errónea” que el aumento de la temperatura sea proporcional a las emisiones de gases de efecto invernadero que la humanidad produjo desde la Revolución Industrial y que producen el cambio climático que estamos viviendo hoy.
Comentarios de Glatzle (ARP) sobre el borrador de la posición de Paraguay ante la próxima Cumbre del Clima.
Glatzle también buscó que Paraguay niegue el aumento de severidad de sus sequías, que tuvo un gran impacto incluso en su producción agroganadera, y que el país no se adapte al impacto que fenómenos extremos -como la ola de calor de septiembre – tienen en el trabajo, la salud y la economía del país.
Para lo último, Glatzle se basó en un informe de la Climate Intelligence Foundation (CLINTEL) que publicó una carta negando la emergencia climática. Sin embargo, no cita que CLINTEL, una ONG holandesa, fue fundada por un ex empleado de la petrolera Shell.
Tras los comentarios de Glatzle, se borró de la posición de Paraguay cualquier mención al aumento de olas de calor que sufre el país. Y aún más notorio es que el país pasó de “reafirmar” su compromiso con los objetivos del Acuerdo de París de reducir el aumento de la temperatura global a deslindarse de la responsabilidad propia y enfocarse solo en la ajena.
Diferencias entre la versión original y la versión final tras los comentarios del representante de ARP
Greenwashing y manipulación de datos
Mientras que la versión original del documento de la Comisión ya tenía la misma posición defensiva del agro que el país sostuvo en la COP27, los cambios introducidos en la versión final van aún más allá: ponen en entredicho cifras oficiales del país.
En la versión final se agregaron párrafos que dicen que en Paraguay “se promueven modelos productivos que generan (…) arraigo rural y reducción de la pobreza cuidando los recursos naturales, y contribuyendo a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)”.
Esto contradice información del propio Estado.
Según el último inventario de gases de efecto invernadero publicado en 2023, la agricultura, ganadería y deforestación relacionada a ambas es responsable del 80% de las emisiones del país. Este informe también revela que Paraguay contribuye al cambio climático un tercio más de lo que se reportaba anteriormente.
Del mismo modo, el último informe del Instituto Nacional de Estadística confirma que la pobreza rural se mantiene casi en el mismo porcentaje desde el 2018, y es en promedio casi un 10% más que la pobreza en zonas urbanas.
Borrador original de la posición sobre Agricultura para la COP28
Fragmentos de la versión final de la posición de Agricultura para la COP28
Otra adición es la de un trabajo realizado por Norman Breuer, representante en la Comisión por la Universidad Católica y consultor de empresas ganaderas, que dice demostrar que “existe una externalidad positiva del aumento de productividad carnicera y láctea” en la “absorción de carbono atmosférico como carbono orgánico del suelo”.
En otras palabras, propone que hay ganadería que no solo no contamina, sino que captura carbono.
Pero el estudio de Breuer, que usa como evidencia del supuesto impacto positivo de la ganadería, reconoce que no contabilizó el impacto de la deforestación realizada primero para poner ganado, que es, según datos oficiales del MADES, la principal actividad relacionada a las emisiones de “cambio de uso de suelo”.
No es la primera vez que el agronegocio quiere ir contra la evidencia del impacto de la ganadería en el cambio climático, algo que el propio Estado paraguayo ha documentado. A principios de 2023, el mismo Breuer, en conjunto con la Unión de Gremios de la Producción y medios de Paraguay y Argentina, utilizaron un estudio de la NASA para concluir que “derrumbaba el mito” del impacto de la ganadería.
No era cierto.
El científico jefe de la investigación de la NASA me explicó que el estudio de la agencia norteamericana no discriminaba por sector y tampoco contabilizaba las emisiones de metano, el principal gas de efecto invernadero relacionado a la ganadería.
En tuits que fueron borrados posteriormente, Breuer llegó a cuestionar las metodologías oficiales de Paraguay, que no reconocen a la ganadería como un actor “positivo” en el cambio climático.
Por último, el documento que Paraguay llevó a Dubái dice que el país “implementa prácticas agrícolas sostenibles de producción y de conservación” basadas en la siembra directa y “la reducción de defensivos agrícolas (agroquímicos)”.
Las fuentes citadas son el dato de la soja “libre de deforestación”, una cifra engañosa que el gobierno de Santiago Peña promueve. Esta cifra oculta, de acuerdo a un análisis de El Surtidor, que un cuarto de la deforestación en la Región Oriental desde 2005 es responsabilidad del cultivo. Otra de las fuentes citadas es un estudio de la Federación Paraguaya de Siembra Directa. Albrecht Glatzle es parte de ella.