Era la encargada de controlar a las mineras de litio. Ahora trabaja para ellas
Quién es quién en la fiebre por "ampliar el triángulo del litio" en el Chaco paraguayo.
Luego de dos décadas de tasas de deforestación entre las más aceleradas en el mundo para ampliar la frontera agrícola y ganadera, el Chaco paraguayo ahora se abre a un nuevo desafío ante la crisis climática: su participación en la fiebre por minerales como el litio, esenciales para la fabricación de baterías y el empuje de la transición energética hacia energías renovables.
Desde el final del gobierno de Mario Abdo y continuando con el gobierno de Santiago Peña, en el Chaco paraguayo se han gestionado al menos 40 proyectos para la prospección de sales con potencial mineral en litio, potasio y otros, de acuerdo con datos proveídos por el Catastro Minero del Viceministerio de Minas y Energía.
“Lo que queremos es ampliar el triángulo de litio en el Chaco paraguayo”. Así un representante de la industria minera explicaba, en presencia del presidente Peña, la expansión de prospecciones en el salón del Sheraton de Asunción en abril de 2024, durante el Foro Internacional de Gas y Energía.
Se refería al triángulo que hoy forman entre Chile, Bolivia y Argentina, donde se encuentra el 80% de las reservas de extracción del mineral que promete inaugurar la primera era industrial sin los combustibles fósiles.
En esa promesa está el requisito indispensable para evitar que la crisis climática se agrave y podamos cumplir el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura global.
Las empresas.
La búsqueda de la ampliación del triángulo del litio al Chaco está capitaneada por seis empresas:
Minera Atenea, Chaco Lithium, Roca Lithium, Paraguay Lithium, Guaraní Lithium - que conforman el consorcio Chaco Minerals.
También está Valquiria Exploration SA - que no es parte oficial de Chaco Minerals pero comparte representante legal, vínculos con la empresa Valdor Technologies de Canadá y hasta el consultor a cargo de los relatorios de impacto ambiental.
Valquiria Exploration es la empresa con una licencia ambiental para prospección de litio en tierras de los Ayoreo Totobiegosode protegidas por una medida cautelar internacional.
Entre las cinco empresas, las solicitudes de prospección en el Chaco alcanzan más de dos millones de hectáreas. De acuerdo a datos de la propia industria, pagan medio dólar por hectárea.
Del Viceministerio de Minas y Energía a trabajar para Chaco Minerals
En su presentación corporativa, Chaco Minerals señala que en el caso paraguayo la esperanza está en el análisis de las placas telúricas de forma aérea a través de helicópteros y el análisis de los datos de los 51 pozos de la histórica - y hasta ahora fallida - búsqueda comercial de combustibles fósiles en la región.
En la presentación indican que las lecturas preliminares dan cuenta de que es muy posible que el litio se encuentre “entre los sedimentos y reservorios de los acuíferos” del Chaco. Chaco Minerals también señalan que el proceso de extracción este caso sería mucho más “ambientalmente amigable” debido a que se haría de manera diferente a lo que hoy sucede en países como Chile, donde el litio se consigue tras el uso intensivo de agua y químicos en piletas que empeoran las condiciones de las llamadas zonas de sacrificio.
Los inversores de la fiebre del litio en Paraguay tienen esperanzas en “reguladores amigables con la minería”, “ambiente político estable” y “un régimen impositivo favorable para la minería”.
El apoyo del gobierno actual es plausible: el viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano, compartió con el representante de Chaco Minerals y Valquiria Exploration Rodrigo Díaz Mallorquin uno de los vuelos de análisis de las placas telúricas en agosto de 2024.
En la ocasión, Bejarano dijo que estos estudios además permitirán al Estado tener información “sobre las condiciones de las aguas subterráneas en el Chaco”.
El vínculo entre los gobiernos colorados y las empresas de litio a veces es demasiado cercano.
Es el caso de Mónica Urbieta, una geóloga que hasta agosto de 2023 era la Directora de Recursos Minerales del Viceministerio de Minas y Energía y ahora es parte de Chaco Minerals.
El caso es uno claro de puertas giratorias y conflictos de interés - pero que es legal tras las modificaciones que el cartismo realizó a la ley de conflicto de interés.
El peligro de una transición energética injusta
La dirección a la que estuvo a cargo Urbieta, entre otras del Viceministerio de Minas y Energía, es la que está cargo de recibir las solicitudes de prospección de las empresas de litio.
El proceso es el siguiente:
La empresa interesada presenta una solicitud de prospección, que es aprobada por un comité de evaluación del Viceministerio de Minas y Energía.
Con esa aprobación, la empresa gestiona su licencia ambiental ante el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES)
La licencia ambiental es utilizada para obtener el permiso de prospección por un año (prorrogable) ante el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC)
Entre 2022 y 2024, las cinco empresas de Chaco Minerals y Valquiria Explorations presentaron 47 solicitudes de prospección, de las cuales 43 fueron aprobadas por el comité de evaluación y 24 lograron licencia ambiental del MADES -todas gestionadas por el mismo consultor ambiental, Juan Carlos Weseluk.
De las 24 solicitudes de prospecciones con licencia ambiental, 4 fueron finalmente aprobadas por el Estado paraguayo para empezar en diciembre de 2023. Las cuatro son de Minera Atenea (Chaco Minerals) por el cual pagará este año 196.000 dólares en cánon.
La nueva fiebre del litio viene sin embargo de viejos problemas.
En junio de 2024, una investigación de Consenso descubrió que el Ministerio del Ambiente había dado licencia ambiental a una prospección de Valquiria Exploration ubicada dentro del Patrimonio Natural Ayoreo Totobiegosode, tierras donde se encuentra el último pueblo en aislamiento voluntario de Sudamérica fuera de la Amazonía y que se encuentran protegidas por una medida cautelar de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Tanto los documentos presentados por el consultor Juan Carlos Weseluk de Valquiria Exploration como los devueltos por el MADES habían mentido al decir que el área a ser destinada para prospección no afectaba tierras indígenas en general y las tierras de los Ayoreo en particular.
Para peor, parte de la prospección se encuentra en tierras ya invadidas y deforestadas por la Cooperativa Chortitzer para vender cuero vacuno a autos de lujo a Europa, como demostró la investigación de Earthsight en 2020.
En abril de 2024, el representante de Chaco Minerals y Valquiria Exploration, Juan Carlos Mallorquin, se había reunido con representantes de Chortitzer para presentarles los proyectos de prospección minera.
En un pedido de información pública, el Viceministerio de Minas admitió que el ente no revisaba si las solicitudes de prospección afectan tierras indígenas o áreas protegidas. ya que eso era potestad del MADES, que avanzó recién en agosto de 2024 en pedir informes internos respecto al permiso en tierras Ayoreo.
El caso ilustra el peligro de una transición energética injusta impulsada por las mismas violaciones que acompañaron a los combustibles fósiles, empeorada por “reguladores amigables con la minería” y pasivos para aplicar regulaciones socioambientales.
Mientras helicópteros siguen sobrevolando el Chaco en búsqueda de litio, en su Política Nacional Ambiental al 2030, el Ministerio del Ambiente admite que la Ley Minera necesita una actualización para cumplir con los estándares internacionales.
Pero las actualizaciones no llegan tan rápido como las prospecciones. En el Chaco, aparentemente el tiempo se mide de otra manera.
El litio promete inaugurar una nueva era. Una era sin combustibles fósiles, una era de transición hacia energías limpias. Pero en Paraguay, esa transición podría ser tan sucia como las que vinieron antes.
Un cambio que promete salvar al mundo, pero a costa de un territorio que ha visto demasiadas promesas rotas.
Desde Consenso liberamos un mapa interactivo que cruza las prospecciones de litio gestionadas por el Viceministerio de Minas y Energía con las tierras indígenas en el Chaco paraguayo.